Con el nacimiento de su hija Juana María y con Candelaria con un alto riesgo de difamarse por su creciente prole natural, un primo de Celestino, Manuel Núñez Medina, decide tomarla como esposa, concretándose el enlace el 30 de abril de 1850. A pesar de su edad rozaba los 40 años, la prole fue aumentada con José Santos, nacido en 1851, José Darío, nacido en el verano de 1854 y Claro Núñez Salas, nacido a fines del invierno del año 1856. Junto a Manuel y su extendida familia, Candelaria pasa los siguientes años de su vida recluida en su vida campesina en el vecindario de San Jerónimo, apareciendo en los típicos eventos familiares de orden sacramental. Uno de los últimos eventos públicos al que asistió fue justamente, un bautizo. Era agosto de 1870 y nacía María Ana Gutiérrez, una de sus nietas y junto a su marido, fueron los padrinos de agua de la recién nacida. Con este acontecimiento, se sella su vida terrenal: recibido los sacramentos, fallece el 21 de septiembre de ese mismo año, cuando tenía 60 años de edad aproximadamente. Su cuerpo es sepultado el día 23 del mismo mes, sin oficios en el cementerio del lugar que siempre fue su residencia, Culenco. Su deceso fue informado en la iglesia parroquial de Santa Juana recién al año siguiente, el 14 de octubre de 1871, probablemente cuando sus parientes asistieron a los funerales solemnes de Mercedes Ríos, oficiados ese día.

Partida de defunción de Candelaria Salas Avello, asentada en el Libro IV de Defunciones de la Parroquia de Santa Juana

Los hijos que Candelaria tuvo con Celestino, se mantuvieron alejados del grupo familiar de los Benavente y se relacionaron con la familia Salas, a la cual pertenecían por vía materna, con la familia Cuevas Medina y con los Núñez Medina, que eran sus vecinos en San Jerónimo. La participación de las hermanas Jacinta y Juana en bautismos de las familias mencionadas, dan cuenta de la relación existentes entre ellos, contextualizada por el territorio que compartían y por los troncos ancestrales que tenían en común. La primera de los tres en casarse fue Jacinta, quien se casa con Claudio Gutiérrez y con el cual tiene una larga descendencia en la zona. Los matrimonios de sus otros hermanos, Pantaleón y Juana, fueron más ventajosos. El 25 de diciembre de 1870, Juana Benavente casó con su primo Pascual Fonseca, hijo de Juan de Dios Fonseca y de María Jesús Benavente. El enlace anterior, sin embargo, no es adrede: es muy probable que Celestino haya mediado en la relación de este matrimonio puesto que otras de sus amantes había sido Agustina Fonseca, pariente de estos Fonsecas y en la cual también había engendrado descendencia. Falleciendo Pascual a comienzos de la década de 1880, Juana es desposada nuevamente el 9 de agosto de 1884, esta vez por otro de sus primos, Basilio Medina, el hijo de Elías Medina y de Rosario Chávez. Por último, Pantaleón Benavente toma como esposa a Eulogia Villalobos Parra y con ella deja una larga tradición en los cordones del Nahuelbuta.

Con la vida de Candelaria, parece hacer sentido la existencia de cargas familiares que se transmiten entre quienes tienen algún tipo de parentesco. Otra de las muchachas Salas que se vio involucrada con un hermano de Celestino fue María Isabel Salas, una de las sobrinas de Candelaria que, además de compartir este parentesco sanguíneo, compartía también uno del orden espiritual, porque también fue Candelaria fue su madrina en su bautismo en noviembre de 1838. María Isabel en 1854 da a luz a Pedro y cuando tenía 18 años, nace su hija Eleuteria, ambos hijos naturales de Tomás Benavente Medina. A los pocos años de estos sucesos y para evitar los tratos incontinentes, María Isabel es casada con José Eduviges Cuevas Medina.

Otra historia interesante es la María del Rosario Medina, una de las nietas que no alcanzó a conocer Candelaria y una de las hijas menores de Juana con su segundo esposo Basilio Medina. Chayito, como era conocida entre sus familiares, había nacido en el año 1890 en alguno de los fundos de Culenco de propiedad de su padre. Aficionada al arte, parte a Concepción a estudiar esta disciplina perfeccionándose como una hábil pintora afín al realismo, impartiendo al mismo tiempo lecciones de esta materia aparentemente en el Concepción College, colegio para niñas de la Iglesia Metodista Episcopal, en donde conoce a dos hermanas norteamericanas con las que hizo rápidamente amistad. A principios de la década de 1910, William Snyder, hermano de las amigas extranjeras de Rosario, es enviado a la zona en una misión de investigación, desde Estados Unidos. El apuesto gringuito es presentado a la dulce Chayito y la pintora queda prendada de los encantos del americano. Rosario había vivido por largos años junto a su hermana María del Carmen en el fundo El Torreón, en Santa Juana, de propiedad del marido de esta, el mañoso Carlos Alberto Domínguez, quien después se hiciera conocido por el molino de trigo que poseía que aprovechaba las aguas del río Arco lindante con sus propiedades, con el cual maquilaba sobre las moliendas de los vecinos trigueros. De inmediato se hicieron las invitaciones correspondientes para que Snyder pudiera realizar sus estudios e investigaciones en el fundo de los Domínguez Medina, lugar donde también se relacionó y conoció a Basilio Medina, el padre de su querida Rosario.

Registro de la llegada de Rosario Medina en Ellis Island, Nueva York, el 11 de Diciembre de 1918 donde hace menciona a su «amigo» William Snyder como lugar donde llegaría.

Las bondades del campo hicieron que surgiera una romántica relación entre Rosario y William, motivo suficiente para que, una vez terminados los trabajos encargados al norteamericano, Chayito emprendiera su primer viaje a Estados Unidos, llegando a Nueva York el 26 de Noviembre de 1914, luego de un viaje de 7 días en barco desde Colón, Panamá, dirigiéndose finalmente a Pasadena, California, a la casa de su amiga de apellido Ford, de la cual no hemos podido averiguar el nombre. Al tiempo, vuelve a Chile para realizar un segundo viaje al país del norte en diciembre del año 1918, pero esta vez se dirige, luego de haber pasado unos días descansando del viaje en el afamado McAlpin Hotel de Nueva York, a la ciudad de Newburgh, cercana a la ciudad que nunca duerme, lugar donde la esperaba William. Al parecer, Rosario tenía pensada una estadía más definitiva, pues no tenía intenciones urgentes de regresar. Pasan los años y a pesar de todo, la relación no logra establecerse formalmente porque al parecer William tenía otros planes con otra chiquilla norteamericana, dicen los rumores. En el año 1921 Rosario se embaraza del gringo, pero lamentablemente pierde al bebé y con esto, ella pierde también su vida en Marzo de 1922. Snyder, por su parte, continúa con su vida casándose con una compatriota y comienza una promisoria carrera política en el estado de Arkansas. Al igual que con su abuela Candelaria Salas, el amor no fue esquivo con la dulce Rosario pero sí los compromisos oficiales les fueron ajenos a pesar de su juventud y hermosura.

Nos parece una labor difícil el reconstruir un relato biográfico y genealógico de alguien sin tener una fuente que emane directamente de esa persona, pero a través del cruzamiento de los documentos y datos que podemos ir recolectando con las conversaciones y relatos que podemos ir conociendo, podemos ser suficientemente capaces de generar un relato que responda a los eventos de la persona que buscamos relevar, pudiendo incluso llegar a conocer hasta sus intimidades. No puedo terminar sin antes agradecer la generosidad de mis tíos Pedro Fonseca Neumann y Gustavo Salas Fonseca, ambos tataranietos de nuestra acontecida parienta, cuyos relatos privados fueron de inmensa importancia para la realización de esta breve historia de Candelaria Salas.

3 comentarios

  1. Por parte de mi madre Lucy Salas Neira que nacio por lo que ella contaba en Santa Juana y a la muerte de su padre se fueron a vivir a Temuco. Mi nombre es Gustavo Enrique Cornejo Salas y mi hermano mayor Luis Rodolfo ex Oficial de la Fuerza Aerea. Me gusto conocer la historia

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    1. Hola Gustavo, al parecer somos parientes! Tu madre Lucía, Lucila Salas Neira es hija de Santiago Salas Cuevas y de Olimpia Prosperina Neira Toloza? Si es así, seríamos parientes! Santiago, además de ser hermano de mi tatarabuelo Alfredo Salas, fue padrino junto a Olimpia de mi bisabuelo Juan Alfredo, bautizado en Santa Juana en 1909. Así es, Santiago fallece joven, de 43 años, en 1911. Olimpia junto a sus hijos emprenden viaje a Temuco (en esos años algunos parientes habían rematado hijuelas en el plano Temuco-Cholchol, además que algunos hermanos de Olimpia como Hermógenes, Fidel y Tomás se habían traslado a los alrededores de la zona). Don Aníbal Salas continúo viviendo en los campos de Santa Juana y Nacimiento, un tío aún lo recuerda. Si logra leer este mensaje, por favor escríbame a pabloneiravallejos@gmail.com para seguir en contacto. Saludos!!

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